Los seres humanos vivimos en un mundo lleno de
competencia y estas competencias crean división, por tal motivo no les importa
pasar por encima del que tengan que pasar para satisfacer sus propias
necesidades, por consiguiente todo ser humano tiene su propia dignidad
que debe ser respetada
aspecto que jamás se debe dejar mancillar como tampoco hacerlo a los demás,
desafortunadamente la historia está llena de hechos en donde se ha mancillado
la dignidad que ha dado paso a los conflictos, reclamos y hasta guerra.
La dignidad es un valor intrínseco y
supremo que tiene cada ser humano independientemente de su situación económica,
social y cultural así como sus creencias y su forma de pensar, dignidad es
grandeza es una calidad de la cual una persona goza que es de gran valor y
estima ya que el ser humano la posee por si mismo nadie se la da, pues la
tiene desde el mismo instante que nació.
Además dignidad es el reconocimiento de la
persona como ser digno de respeto, toda persona tiene que reconocer las diferencias
de las que rodean su entorno deben ser tolerantes para que así la persona se
sienta libre, que entienda las bases que le permiten actuar y donde se
considere capaz de desarrollar cualquier trabajo bien fundamentado, que se
demuestre su dignidad por su capacidad de ser virtuoso en sus actos, por
eso dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional.
10 Consejos prácticos para practicar la bondad
1. Planteárselo como meta cada día. Al comienzo de cada día,
plantearse una meta concreta que te haga ser bondadoso con otra persona o
personas y luego hacerlo a lo largo del día. Puedes programar un recordatorio
con Google Calendar o cualquier otra
aplicación o truco.
2. Ser amable. En caso de duda, sigue este consejo. Por supuesto hay momentos en los
que otras personas no quieren a alguien que actúe amablemente con ellos. Pero
por lo general a todo el mundo le gusta sentirse bien tratado.
3. Ayudar a los demás. Este es probablemente uno de los puntos débiles de
nuestra sociedad. Bueno en realidad hay muchas personas que son muy generosas con los demás.
Pero en general, hay una tendencia a pensar sólo en un mismo y hacer caso omiso
de los problemas de los demás. No debemos mirar para otro lado ante las
necesidades y problemas de los demás. Debemos intentar ayudar incluso antes de
que nos lo pidan.
4. Practicar la empatía. Que sea un hábito el tratar de ponerte en los
zapatos de otra persona. Da igual la persona: tus seres queridos, compañeros de
trabajo, gente de la calle… cualquier persona. Realmente trata de comprender lo
que se siente al ser ellos, lo que ellos están pasando y por qué hacen lo que
hacen.
5. ¿Cómo te gustaría ser tratado? No significa tratar a alguien
exactamente como te gustaría que te tratasen a ti. Más bien tratar de imaginar
cómo quieren ser tratados, y hacerlo así.
6. Escuchar a los demás. Otra debilidad: todos queremos hablar, pero muy
pocos de nosotros queremos escuchar. Y, sin embargo, todos queremos ser
escuchados. Así que tómate un tiempo para escuchar realmente a la otra persona,
en lugar de simplemente esperar tu turno para hablar. Esto también ayuda a
entender mejor a los demás.
7. No juzgar. Todos tenemos tenemos tendencia a hacer juicios, es la
naturaleza humana, supongo. Pero debemos tratar de ver a cada persona como un
ser humano individual, con diferentes pasados, necesidades y sueños.
8. No criticar. Todos tendemos una tendencia a criticar a los demás, tanto si se
trata de personas que conocemos o gente desconocida -famosos, políticos… Sin
embargo, pregúntate si te gustaría ser criticado en la situación de esa
persona. La respuesta es casi siempre “no”. Así que evitemos la crítica, y en
lugar de ella, aprendamos a interactuar con los demás de una manera positiva y asertiva.
9. Practicar la compasión. Una vez de que puedas comprender a la otra
persona, y sentir por lo que está pasando, y por qué actúa así, querrás
poner fin a su sufrimiento. Y cuando se pueda, inicia incluso una pequeña
acción para aliviar de alguna manera su sufrimiento.
10. Ser el cambio. El famoso Gandhi nos dijo que seamos el cambio que queremos ver en el
mundo. Bueno, a menudo pensamos que esa cita se aplica a grandes cambios, como
la pobreza, el racismo y la violencia. Cierto, sí se aplica a esas cosas … pero
también se aplica a una escala mucho más pequeña: a todas las pequeñas
interacciones entre las personas. ¿Quieres que la gente se trate con más compasión
y bondad? Empieza por ti. Incluso si
el mundo no cambia, al menos lo has intentado.
CÓMO SER
UNA PERSONA BONDADOSA