LA ÚLTIMA PLEGARIA DE GANDHI
El día 30 de enero de
Cuando
Gandhi, aquella tarde, cayó bajo las balas, sus últimas palabras fueron: “¡Hai Rama, Hai Rama!” (¡Oh Dios!; Oh Dios!). Murió como un verdadero Mahatma, con la palabra
Rama ('Dios') en sus labios. Como dijo Einstein, «Quizá las generaciones venideras duden alguna
vez de que un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en este
mundo».
En la mañana de aquel
mismo día Gandhi oró con la plegaría de este antiguo himno gujarati, que mandó
cantar a su nieta Manubhen:
Ya te sientas
fatigado o no ¡Oh hombre!, no descanses.
No ceses en tu lucha solitaria,
sigue adelante y no descanses.
Caminarás por senderos confusos y enmarañados
y solo salvarás unas cuantas vidas tristes.
¡Oh hombre!, no pierdas la fe, no descanses.
Tu propia vida se agotará y anulará,
y habrá crecientes peligros en la jornada.
¡Oh hombre! que soportas todas esas cargas, no descanses.
Salta sobre tus dificultades
aunque sean más altas que montañas,
aunque más allá sólo haya campos secos y desnudos.
¡Oh hombre!, no descanses hasta llegar a esos campos.
El mundo se oscurecerá y tú verterás luz sobre él
y disiparas las tinieblas.
¡Oh hombre!, aunque la vida se aleje de ti, no descanses.
¡Oh hombre!, no descanses;
procura descanso a los demás.
“Que Nunca Os Falte La Voluntad, La Paz
Interior
Y La Practica De La No Violencia”
GANDHI
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