¿SE PUEDE DEJAR DE SUFRIR?
EL DOLOR COMO MEDIO PARA CURAR
EL DOLOR COMO MEDIO PARA CURAR
¿Se podrá dejar de sufrir? ¿Cuándo acabará este terrible dolor, que me impide vivir y sentirme en paz con el mundo?
¿Te acuerdas de cuántas veces te has preguntado si serás capaz de dejar de sufrir?
¿Te acuerdas de cuántas veces te has preguntado si serás capaz de dejar de sufrir?
Muchas veces llega a la consulta personas destruida por el final de una historia de amor, golpeada por la muerte de un ser querido, desconcertados por accidentes, una enfermedad.. etc.
Si llegáramos a pensar en cuantas posibles razones un ser humano podría estar triste, quizás ninguno de nosotros podríamos creer en la felicidad. Y tal vez perderíamos la esperanza de volver a sonreír.
Si llegáramos a pensar en cuantas posibles razones un ser humano podría estar triste, quizás ninguno de nosotros podríamos creer en la felicidad. Y tal vez perderíamos la esperanza de volver a sonreír.
DEJAR DE SUFRIR PARA EVITAR EL DOLOR
El dolor asusta. Cualquier persona querría evitar el sufrimiento, pero el dolor forma parte de la existencia humana. Si conseguiríamos entender esto, podríamos llegar alcanzar una mayor conciencia: que el dolor puede ser experimentado y atravesado, para mejorar algo en nuestras vidas.
Las personas capaces de alcanzar este nivel de madurez emocional, son personas que han desarrollado un buen nivel de Resiliencia.
En ocasiones se puede comprobar, que de las peores tragedias se puede dar un significado diferente a su vida. A menudo, las mayores obras de coraje se han realizado al tener que enfrentarse cara a cara con la muerte u otras experiencias dolorosas.
Podemos decir que el dolor es, de hecho, casi una necesidad. ¿Cómo sabríamos del placer si él? El dolor a veces nos ahuyenta de las situaciones peligrosas, nos advierte que algo está mal. Imaginémonos cuando nos encontramos en una relación equivocada: la tristeza, el miedo, el sentido de abandono, todas esas manifestaciones de dolor nos pueden zarandear con fuerza, y abrirnos los ojos ante un vínculo enfermo.
Las personas capaces de alcanzar este nivel de madurez emocional, son personas que han desarrollado un buen nivel de Resiliencia.
En ocasiones se puede comprobar, que de las peores tragedias se puede dar un significado diferente a su vida. A menudo, las mayores obras de coraje se han realizado al tener que enfrentarse cara a cara con la muerte u otras experiencias dolorosas.
Podemos decir que el dolor es, de hecho, casi una necesidad. ¿Cómo sabríamos del placer si él? El dolor a veces nos ahuyenta de las situaciones peligrosas, nos advierte que algo está mal. Imaginémonos cuando nos encontramos en una relación equivocada: la tristeza, el miedo, el sentido de abandono, todas esas manifestaciones de dolor nos pueden zarandear con fuerza, y abrirnos los ojos ante un vínculo enfermo.
DEJAR DE SUFRIR PASANDO POR EL DOLOR
¿Hay un atajo para dejar de sufrir? ¿Hay una manera de afrontar una separación sin sentirse hundido y vacío? ¿Se quede vencer la muerte de un ser querido sin pasar por el duelo? Lamentablemente no. Cada una de estas situaciones, así como muchas otras, necesita ser plenamente vivida.
El dolor es malestar y cura; es la enfermedad y la medicación a la vez. La única forma de sanar el sufrimiento es sentir el dolor y tristeza. Es necesario acercarse a estos sentimientos negativos sin temor a ser abstraído, y con el espíritu de que este es un camino obligatorio.
Sólo experimentándolo en su totalidad, sintiendo el peso del sufrimiento en nuestra propia piel, podemos encontrar la fuerza que llevamos dentro .Esta energía ayuda a cambiar lo que no funciona y aceptar lo que ya no se puede cambiar.
Aceptar el dolor y el sufrimiento no es sinónimo de resignación o victimización, en absoluto, sino en la forma de procesar – elaborar la situación.
Sólo experimentándolo en su totalidad, sintiendo el peso del sufrimiento en nuestra propia piel, podemos encontrar la fuerza que llevamos dentro .Esta energía ayuda a cambiar lo que no funciona y aceptar lo que ya no se puede cambiar.
Aceptar el dolor y el sufrimiento no es sinónimo de resignación o victimización, en absoluto, sino en la forma de procesar – elaborar la situación.
CUIDADO CON LOS ATAJOS
Dormir para no sentir nada más, beber una copa de más para olvidar…. A menudo, creemos que escapando o anestesiando nuestra mente, podemos mágicamente recuperar el bienestar
Cuántas veces hemos oído decir que el tiempo lo curo todo, y eso no está bien. Las cosas dejan de hacernos daño, o empiezan a hacer menos daño, sólo si trabajamos en ello. Nada sucede por casualidad, sólo con el paso del tiempo. Si se continúa evitando los recuerdos del problema y si fingimos que todo está bien, sólo posponemos aquello que tarde o temprano tenemos que afrontar.
Las personas que adoptan por la evitación, a menudo se encuentran teniendo que afrontar molestias en su propio cuerpo.
Escucha lo que te está sucediendo. Encuentre el tiempo para cuidarte y si siente que no puede hacerlo sólo, aprenda a pedir ayuda.
El camino en compañía en ocasiones es más llevadero.
http://ipneurocoach.com/
Cuántas veces hemos oído decir que el tiempo lo curo todo, y eso no está bien. Las cosas dejan de hacernos daño, o empiezan a hacer menos daño, sólo si trabajamos en ello. Nada sucede por casualidad, sólo con el paso del tiempo. Si se continúa evitando los recuerdos del problema y si fingimos que todo está bien, sólo posponemos aquello que tarde o temprano tenemos que afrontar.
Las personas que adoptan por la evitación, a menudo se encuentran teniendo que afrontar molestias en su propio cuerpo.
Escucha lo que te está sucediendo. Encuentre el tiempo para cuidarte y si siente que no puede hacerlo sólo, aprenda a pedir ayuda.
El camino en compañía en ocasiones es más llevadero.
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