sábado, 15 de febrero de 2014

Concha Caballero (Baena, Córdoba, 1956)
Profesora de Lengua y Literatura. Hace ya unos años pasó, felizmente, del ejercicio de la política a ser analista y articulista de diversos medios de comunicación (El País, Por ahora, de la SER , Meridiano, de Canal Sur Televisión). Amante de la literatura. Firmemente humana con los temas sociales. Es licenciada en Filología Hispánica y profesora de Literatura en un instituto público.

Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios...
Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.
Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa -mitad realidad, mitad ficción-, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.
Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, ENTONCES LA CRISIS HABRÁ TERMINADO.
Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, ENTONCES SE HABRÁ ACABADO LA CRISIS.
Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos -excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector-, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, ENTONCES NOS ANUNCIARÁN QUE LA CRISIS HA TERMINADO.
Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.
Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.
De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voila: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.
Amor particular 
(Lluís Llach)

Cómo podría decírtelo
para que me fuese sencillo, para que te fuese verdad,
que a menudo me sé tan cerca de ti, si canto,
que a menudo te sé tan cerca de mi, si escuchas,
y pienso que nunca me atreví a decirte siquiera,
que debería agradecerte todo el tiempo que llevo amándote.

Que juntos hemos caminado,
en la alegría juntos, en la pena juntos,
que a menudo has llenado la vaciedad de mis palabras
y en nuestra partida siempre me has dado un buen juego. corazo---------- Mensaje reenviado ----------nes
Por todo esto, y por lo que te escondo,
debería agradecerte todo el tiempo que llevo amándote.

Te quiero, sí,
tal vez con timidez, tal vez sin saber quererte.
Te quiero, y te soy celoso
y lo poco que valgo me lo niego, si me niegas la ternura;
te quiero, y me sé feliz
cuando veo tu fuerza que empuja y se rebela, que yo...

Que pasarán los años,
llegará nuestro adiós, y así ha de ser,
y me pregunto si hallaré el gesto correcto,
y sabré acostumbrarme a tu ausencia.
Pero todo esto ya será otra historia,
ahora quiero agradecerte todo el tiempo que llevo amándote.
Cada dia, quan despertis, mira al sol. Vas a veure que el sol no pára, malgrat el que pugui estar succeint al voltant d'ell. El sol no es pertorba si algun núvol tracta d'interrompre la seva brillantor, o que algú tanqui la finestra a la cara. Cada dia, abans d'anar a dormir, pensa en el dia que vas tenir. Sent com si fossis un sol, posant-se en l'horitzó, després d'un dia de treball perfecte, per allistar-se a novament néixer el dia següent. 
Ensenyaràs a volar, però no volaran el teu vol. 
Ensenyaràs a viure, però no viuran la teva vida. 
Però ... en cada vol, en cada vida, en cada somni, 
perdurarà sempre l'empremta del camí ensenyat.
Se paciente con todo lo que aun
no esta resuelto en tu corazón.....
Trata de amar tus propias dudas....
No busques las respuestas
que no se pueden dar,
porque no serias capaz de soportarlas.
Lo importante es
vivirlo todo.
Vive ahora las preguntas,
tal vez así,
sin darte cuenta,
puedas algún día
vivir las respuestas.
Si et proposesis a aixecar cada matí amb un somriure, veiessis en cada matinada un naixement, en cada estrella, una esperança, en cada persona, un món, en cada arbre, la vida, en cada flor, la bellesa, en cada animal, un amic, en cada au, una veu, en cada somriure, una experiència, en cada enuig, una reconciliació, en cada amic, un germà ... I si t'atrevissis a explorar, trobaries la felicitat. 
La solitud, moltes vegades, és el camí pel qual el destí vol conduir l'ésser humà cap a si mateix. 
Per això, estima la teva solitud quan hagis de enfrontar-la, conviure amb ella. 
És en aquesta situació quan de vegades es troben tots els camins.
Sempre hi ha alguna cosa per la qual cosa estar feliç.
Mantingues el teu cor i els teus ulls ben oberts, de manera que puguis gaudir de les petites alegries al teu voltant; aquestes creixen ràpidament fins que tot es transforma en alegria i el teu cor sent que esclatarà d'alegria.
Quan irradies alegria i amb ella pensaments positius, contagies als altres i la escampat com un regal.
Si en una relació de dos, n'hi ha un que no progressa, vol dir que no estima.
Amor ha de ser força, poder de suport, confiança, estímul, iniciativa i respecte.
Si així es dóna l'amor, ve innegablement el progrés. 
No perdo el temps pensant en el que em pot passar demà; 
gaudeixo aquest moment, aquí i ara, ja que aquesta és l'única realitat. 
El futur és la majoria de les vegades imprevisible 
i poques vegades encert en el que em passarà. 
L'única veritat que conec del meu futur és la de la meva mort física, però no m'espanta, perquè tinc la certesa que és tan sols un canvi d'estat, que és una experiència que he de viure necessàriament i que suposa un pas més en el camí cap a la meva evolució espiritual.
Em allibero de les inclinacions a les coses materials i d'aquesta manera el canvi es produeix més dolçament. 
Tenía apenas 14 años cuando conocí a Gabriel. Él no era mucho mayor y, al igual que yo, pasaba por la difícil etapa de la adolescencia. Nos hicimos amigos y juntos nos divertimos mucho. No recuerdo qué pasó entre nosotros. Hubo palabras duras y lágrimas. La imagen de él, con el pelo empapado bajo la lluvia y las lágrimas que le resbalaban por las mejillas, se quedó para siempre grabada en mi memoria. Quise reparar el daño, pero me faltó valor y no supe hacerlo. La situación me parecía demasiado compleja. Gabriel y yo nos distanciamos.
Transcurrieron los años y no supe mucho de él. Luego, en abril de 1998, amigos mutuos me hicieron saber que estaba en coma. Había caído unos treinta metros mientras escalaba una montaña. El corazón me dio un vuelco. En ese instante comprendí que jamás lo volvería a ver. Los médicos se esforzaron por ayudarlo, pero Gabriel murió al cabo de unas semanas.
Después de aquello, durante un tiempo no podía conciliar el sueño de noche, deseando que hubiese podido resolver nuestras diferencias y que hubiésemos seguido siendo amigos. Tenía la certeza de que había perdido toda oportunidad de hacerlo. Me preguntaba si él me habría perdonado el daño que le había causado, si podía observarme desde el Cielo y si comprendía el dolor que azotaba mi alma. Luego, una noche, me vino la respuesta a mi interrogante. No era nada largo ni complicado; pero era todo lo que me hacía falta para librarme del remordimiento. Oí claramente una voz en mi cabeza. Era Gabriel, que me decía: ¡Siempre te consideré mi amiga!
Se me llenaron los ojos de lágrimas. Comprendí que todo estaba perdonado. A mi corazón llegó la paz. Entonces me propuse que jamás dejaría transcurrir un día sin hacer las paces con aquellos a quienes ofendiera, por si no se me vuelve a presentar la ocasión de hacerlo. Hoy podría ser mi única oportunidad de demostrar a alguien que es importante para mí, de decirle: «Te quiero», y hacer las paces.
La diferencia entre guardar rencor
y perdonar la ofensa recibida
es como la que hay entre acostarse de noche
sobre una almohada de espinos
y una de pétalos de rosa.
Alegra't de ser qui ets! Alegra't de ser tu mateix! Descomplícat, allibera't del superflu i vanal, de les preocupacions pel que altres tenen i tu creus que a tu et falta. Simplifica la teva vida gaudint i agraint el que tens i el que ets. Per viure millor has de ser més espiritual, no tenir més coses materials i peribles.
Cuando veas que todo se viene abajo que la vida es muy difícil y sientas ganas de mandar todo a volar, recuerda que nunca es tarde para volver a empezar.
Cuando pienses que todo te sale mal que no quieres continuar y te cansas de luchar.
Recuerda que estoy aquí y sin dudarlo, me puedes llamar. A pesar de las barreras que el mundo te ponga en tu caminar y creas que los problemas son tantos que no los puedes controlar, acuérdate que nunca estamos solos y que siempre conmigo puedes contar.
Aunque creas que nadie te puede ayudar y tengas ganas de llorar, recuerda que conoces a alguien que te quiere y le duele verte sufrir, alguien que daría todo por verte feliz que siempre piensa en ti deseando que nunca te dejes rendir.