viernes, 16 de septiembre de 2022

 

Es algo intangible, lejos del conocimiento humano, no es comprensible es extraño, lleno de demás sentimientos; de todo un poco.

Simplemente llega y ya, como todo tiene sus épocas buenas y malas en las cuales se va fortaleciendo o destruyendo poco a poco.

Así como llega con todos sus sueños, expectativas, esperanzas, sensaciones, se va con buenos y malos recuerdos dejando corazones heridos y llorando, que les cuesta un poco olvidar y seguir luchando para construir las esperanzas destruidas.

Puede que no todos reaccionen así, solo el que realmente se entrega en la relación para formar uno solo, para ser amigo, amante, cómplice, apoyo, y demás papeles que se necesitan para formar una buena relación.

Pero no hay que olvidar la confianza que debe haber mutuamente, ya que una relación donde no haya confianza es llena de falsas esperanzas y mentiras mal dichas, pero solo esta persona es la que sufre, así haya sido lo mejor haber terminado.

El amor no es un sentimiento que se pueda explicar, no es algo fácil de sentir, tiene varios pasos de los cuales uno va aprendiendo y creciendo como persona, sacando lo mejor de su pareja para ser uno cada vez mejor.

No se puede negar que es un sentimiento hermoso, pero tampoco que es un sentimiento que mata si se deja que este acabe con uno, por eso es que a veces da miedo entregarse por completo para evitar el sufrimiento.

Muchas cosas se pueden decir del amor y mucho más cuando se tiene experiencia, así esta no lo sea todo, pero es al menos un complemento para poder hablar del tema de forma libre, tranquila y abierta.

 

                              CERRANDO CIRCULOS-PAULO COELHO

 

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

 

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente \"revolcándote\ " en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste ya a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

 

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

 

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

 

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

 

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente...

 

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú... Suelta el resentimiento. El prender \"tu televisor personal\" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.

 

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando \"puertas abiertas\", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

 

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

 

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

 

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

 

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

 

LA ÚLTIMA PLEGARIA DE GANDHI


El día 30 de enero de 1948, a las 5 y cuarto de la tarde, en el jardín de Birla House de la ciudad de Delhi fue asesinado Gandhi. Cayó víctima de los disparos que hizo sobre él Na­thuram Godse.

 

Cuando Gandhi, aquella tarde, cayó bajo las balas, sus últimas palabras fueron: “¡Hai Rama, Hai Rama!” (¡Oh Dios!; Oh Dios!). Murió como un verdadero Mahatma, con la palabra Rama ('Dios') en sus labios. Como dijo Einstein, «Quizá las generaciones venideras duden alguna vez de que un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en este mundo».

 

En la mañana de aquel mismo día Gandhi oró con la plegaría de este antiguo himno gujarati, que mandó cantar a su nieta Manubhen:

 

Ya te sientas fatigado o no ¡Oh hombre!, no descanses.
No ceses en tu lucha solitaria,
sigue adelante y no descanses.

Caminarás por senderos confusos y enmarañados
y solo salvarás unas cuantas vidas tristes.
¡Oh hombre!, no pierdas la fe, no descanses.

Tu propia vida se agotará y anulará,
y habrá crecientes peligros en la jornada.
¡Oh hombre! que soportas todas esas cargas, no descanses.

Salta sobre tus dificultades
aunque sean más altas que montañas,
aunque más allá sólo haya campos secos y desnudos.
¡Oh hombre!, no descanses hasta llegar a esos campos.

El mundo se oscurecerá y tú verterás luz sobre él
y disiparas las tinieblas.
¡Oh hombre!, aunque la vida se aleje de ti, no descanses.
¡Oh hombre!, no descanses;
procura descanso a los demás.

 

“Que Nunca Os Falte La Voluntad, La Paz Interior

Y La Practica De La No Violencia”

GANDHI