jueves, 14 de marzo de 2019

Los pacientes que están al borde de la muerte dicen que han descubierto una increíble felicidad al comprender que no hay nada que temer, nada que perder
¿De verdad vas a esperar a que te quede un mes de vida para comprender que hay muy poco que perder, o que el miedo imaginario es muchísimo peor que lo que te puede suceder en realidad?
A menudo nos aconsejan dedicarnos a lo que nos gusta y aseguran que el dinero será la consecuencia lógica. Eso es verdad algunas veces. Lo quesiempre es verdad es que, si haces lo que te gusta, tendrás más sentido del valor de tu vida que si posees un Mercedes.
Cuando la vida es “suficiente” no necesitamos nada más. Qué grata sensación nos invade cuando nuestros días son suficientes. El mundo es suficiente. No solemos permitirnos esa sensación. Nos resulta extraña porque tendemos a vivir nuestra vida considerándola insuficiente.
Cuando hemos vivido realmente nuestra vida, no queremos vivirla de nuevo. Es la vida que no hemos vivido la que lamentamos.
En nuestro corazón sabemos que nuestro destino es vivir intensamente, amar plenamente y tener grandes aventuras en la vida. Tal vez el sentimiento esté enterrado en lo más profundo de nosotros pero ahí está, esperando ser sacado por una acción o un acontecimiento, tal vez una palabra de alguien”.
Elisabeth Kübler Ross

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