martes, 7 de enero de 2020

Las personas tenemos profunda necesidad de amor,
pero escatimamos el qué podemos dar.
Somos entes sociales,
pero intolerantes.
Queremos ser comprendidos,
pero no comprendemos.
Deseamos que otros construyan,
y destruimos.
Vemos la paja en el ojo del vecino,
e ignoramos el nuestro.
Sólo lograremos hacer de este mundo
algo distinto cuando acabemos con el egoísmo
y empecemos a servir, componer, proveer,
y cuando respondamos con amor al llamado
que dios sembró en lo más profundo de nuestro ser:
EL AMOR A NUESTROS SEMEJANTES.
Un mundo mejor donde haya respeto, seamos más tolerantes unos con otros, reconociendo que no somos perfectos.Si aprendemos a lidiar con los defectos de nosotros mismos y de los demás de una forma paciente y con más comprensión tanto el mundo que nos rodea como uno mismo estaremos creando un mundo mejor para una mejor realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario