miércoles, 25 de junio de 2014

En ocasiones se debe dejar la playa de nuestra seguridad e ir a la otra orilla, para ir al encuentro de otro. Eso nos provoca una gimnasia que apasiona y desmorona totalmente nuestras seguridades, pero que acerca aun mas a lo que queramos lograr si es acercarnos para conciliar.El perdón y la felicidad van de la mano, porque la culpa es aquello que nos aturdirá al oído incansablemente hasta que nos desprendamos de el y si eso no se logra, no se lograra la paz necesaria para ser Feliz.Y en ocasiones remar a la otra orilla, dejando de lado nuestras seguridades, a pesar de no estar del todo seguros con nuestra culpa puede ocasionarnos dudas, pero aquellas dudas que nos puedes hacer volcar la barca y necesitar nadar a la otra orilla puede ser necesario para ahogar nuestra soberbia y así no perder la paciencia.Desembarcar en esa otra orilla dejando de lado nuestros prejuicios y orgullos nos acercara al otro intacto, si se que estaremos desprotegidos, pero si sabemos que estamos en inferioridad de condiciones es tener los pies totalmente apoyados en la realidad, y eso solo no traerá una brisa de sosiego que nos devolverá la paz…En el camino a la felicidad el perdón esta ligado a ella, y enlazado de tal forma que lograr perdonar y ser perdonado es un paso gigante para llegar a ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario