viernes, 17 de mayo de 2019

Seres que dejan huellas, aprendizajes, que pisan fuerte, que tratan de dar lo mejor que poseen incondicionalmente, por el solo placer de dar.
También existen personas que dejan sus pisadas, aprendizajes para que huyamos cuanto antes de ellas, que se equivocaron haciendo daño, que en realidad su objetivo no era ese. Su ego no les permite ver sus malas actitudes para lograr sus objetivos: querer ser los mejores, exaltarse, sobresalir del resto de la “gente ordinaria”.Pero caiga quien caiga (es inconsciente) vamos a considerarlo como enfermedad, ya que todo aquello que se sale de la norma es patológico.Sabemos que lo normal es ser noble e inocente, como un niño sano de corazón puro. Las personas que dejan huellas son pocas, pero esas son las que recordamos y se nos ilumina el rostro, cuando de ellas hablamos, ya que su pureza inunda nuestras almas de paz.

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