viernes, 13 de octubre de 2017

Tememos pronunciar
la palabra muerte
como si esta fuera
la maldición de la vida
pero en su amplio significado
deja de mostrarse aciaga y lóbrega,
pues toma un color diferente
cuando nos damos cuenta
de su presencia
en cada acto cotidiano.
Podemos descubrirla
liberando recuerdos
que nos atan al pasado
y que impiden
que podamos avanzar,
pues es partícipe necesaria
en cada transformación,
en cada nueva etapa
del círculo inacabable
de la continuidad temporal.
La muerte y la vida
son partes de la misma unidad
y necesarias para que existan
las transformaciones y los cambios,
en una continuidad renovada
de la existencia primera.
Y desde ese punto de vista,
es también el corolario final
de nuestro breve paso por el mundo,
algo tan natural como la vida,
pues la partida significa
dar paso a un nuevo nacimiento

No hay comentarios:

Publicar un comentario